Con el sueño de romper con los estereotipos de género, Renata García, estudiante del cuarto semestre de Derecho en el Tec campus Ciudad de México, presentó un discurso en la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos en México.
En colaboración con las áreas de Grupos Estudiantiles, el Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana y sobre todo, su compromiso por defender los derechos de las mujeres, ha llevado a Renata a compartir su mensaje en distintos espacios, incluyendo la Cámara de Senadores y recientemente la embajada.
La activista cuenta a CONECTA cómo logró compartir su perspectiva frente al embajador emiratí.

De las aulas al senado
Durante su experiencia académica, Renata se ha destacado por señalar la importancia de visibilizar la lucha feminista y lo que la ha llevado a convertirse en la actual vicepresidenta de Paliacates Violetas, un grupo estudiantil que busca la equidad de género.
La activista comparte que su formación en derecho le ha permitido comprender a fondo el camino que recorre la justicia en nuestro país y que es impulsada por la firme convicción de que la igualdad debe ser una realidad y no solo una aspiración, cuestión que la ha llevado hasta la Cámara de Senadores.
Desde ahí, presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo, con el objetivo de garantizar la dignidad de las mujeres.
En su propuesta, Renata plantea prohibir los uniformes que refuercen estereotipos de género en el ámbito laboral.
“Necesitamos que cada niña crezca sabiendo que su voz es importante, que sus sueños son válidos y que sus derechos la llevarán a alcanzar lo que se proponga”.
Un mismo mensaje, diferente hemisferio
Poco después y mediante la intervención de Nelly Orozco, coordinadora del Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana, el mensaje de Renata alcanzó nuevas audiencias.
Así fue como su discurso llegó a la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos, la cual ha fomentado diversas acciones afirmativas que responden a la necesidad de más y mejores oportunidades para las mujeres.
“Necesitamos que cada niña, en cualquier rincón del planeta, crezca sabiendo que su voz es importante, que sus sueños son válidos y que sus derechos y capacidad la llevarán a alcanzar lo que se proponga”, presentó la estudiante como parte de su discurso frente al embajador Salem Rashed Alowais.
Asismismo, la futura abogada resalta que la participación de las mujeres es imperativa; no distingue de localización geográfica, antecedentes culturales o área de expertiz.
Por lo que convocó a enriquecer las ciencias, la política, la educación, el deporte y las artes.
Renata acepta que además de un llamado, significa un gesto de gratitud para generaciones pasadas, que reconoce como “defensoras de nuestros derechos y guerreras incansables por la justicia y la igualdad”.
Su camino al feminismo
Para Renata, el inicio de su movimiento se vio marcado por el feminicidio de su maestra de secundaria.
No obstante, destaca que ser consciente de opresiones, micromachismos y fallas sistemáticas contra las mujeres, debería ser suficiente para unirse en busca de un mundo con mayor justicia.
Por último, advierte que la violencia hacia las mujeres, no distingue individualidades; por ello, el feminismo es un movimiento de todas y que el activismo se levanta a base de lecciones importantes que atraviesan nuestra realidad, y nos deconstruyen.
“La lección más grande que me ha dado el feminismo, es que no hay manual”, finaliza Renata García.
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