Elevarse por los aires no es fácil; se necesita fuerza, disciplina y un sueño que pese más que la gravedad. Así lo considera Susana Tapia, quien desde niña entendió que la danza no era solo un movimiento, sino un lenguaje que la ayudaba a expresarse y conocerse a sí misma.
Entre telas, vuelos y caídas que la enseñaron a levantarse, la alumna del Tec campus Sonora Norte ha forjado un camino que hoy la coloca en lo alto: reconocimientos, becas internacionales y un futuro donde desea compartir e inspirar con su talento.
Su meta es compartir lo que ha aprendido, inspirar a otras niñas que, como ella, sueñan con tocar el cielo y, al mismo tiempo, construir un espacio propio donde la danza y la visión empresarial de su profesión se encuentren para crear nuevas oportunidades.
“El cielo no es el límite, sino el escenario para crear, transmitir y trascender”, declara Susana Tapia.

Sueños suspendidos en el aire
A los 6 años, Susana descubrió su amor por la danza, aprendiendo distintos estilos y participando en academias locales de Hermosillo, Sonora.
La alumna recuerda cómo desde pequeña, destacó por su rendimiento físico y compromiso, practicando también disciplinas como la gimnasia y el básquetbol. Sin embargo, fue en la danza dodnde logró expresarse y brillar con sus habilidades.
Años más tarde, descubrió una nueva pasión que cambiaría su trayectoria como bailarina: la danza aérea. Susana describe su experiencia con las telas como algo transformador, donde lo que más disfruta es la oportunidad de transmitir emociones.
"El cielo no es el límite, sino el escenario para crear, transmitir y trascender”.
Suspendida en el aire, ella cuenta historias a través de sus movimientos: combinando extensiones, figuras y caídas con presencia escénica y conexión con la música, Susana protagoniza coreografías que atrapan al público desde el primer instante.
“Lo que más he desarrollado es la confianza, la valentía de tirarse desde arriba y confiar en ti misma”, comparte Susana a CONECTA.
Las secuencias y acrobacias pueden repetirse, pero siempre habrá variantes que generen incertidumbre, explica: “Hay distintos factores que influyen en los movimientos, dependiendo de la presión con la que tomas la tela, que tanto la mueves o sostienes fijamente".
"Es por esto que siempre varía, lo que da mucha adrenalina, pero también siento que por eso siempre aprendes algo nuevo de ti”, opina la bailarina.
De las alturas al emprendimiento
Las metas de Susana no terminan en los premios y reconocimientos que ha obtenido, sino en la oportunidad de enseñar y compartir sus conocimientos.
Es por esto que hoy es maestra y coreógrafa para niñas que tienen sueños como el suyo.
Susana comenta que lo que más disfruta de enseñar es ver a sus alumnas sonreír y disfrutar las clases. “Me veo reflejada en su gusto por la danza, por eso quiero transmitirles todo lo que sé, ayudarles a compartir su esencia y poder ser un apoyo para ellas”, comparte.

Actualmente, Susana es estudiante de Licenciatura en Estrategia y Transformación de Negocios (LAET) con una beca de talento artístico.
En sus planes, también está el poder aplicar los conocimientos adquiridos en su carrera para emprender con una academia de danza propia, comparte la alumna.
"Entré a LAET porque siento que es una carrera que me puede ayudar muchísimo en un futuro. Combinando habilidades de administración con mi experiencia en la danza, espero poder lograrlo”, comenta.
Volando con propósito
Después de años de práctica y experiencia en la danza, Susana ha logrado compartir su talento en distintas convenciones y competencias reconocidas a nivel local, nacional e internacional, como Radix, GRAND, CBEC, TDR, Dancer Palooza e Inspira.
En ellas no solo ha ganado medallas y reconocimientos, sino que también ha sido acreedora de becas internacionales para seguir aprendiendo y desarrollando su talento.
Gracias a ellas Susana ha tenido la oportunidad de tomar clases con maestros reconocidos mundialmente en la danza, en estudios importantes en Los Ángeles, Las Vegas, Phoenix y México.
Desde 2024, Susana pertenece a Morpho, el equipo representativo de danza moderna del campus Sonora Norte, balanceando su vida escolar con su pasión por la danza.
En 2025, Susana participó en la competencia nacional de artes del Tec, VIBRART, obteniendo mención honorífica por su técnica en danza aérea en Tec Talent.

“Estoy muy agradecida de que el Tec me permita seguir desarrollando mi talento, balanceando las clases de mi carrera con mi pasión por el baile”, comenta.
Susana considera que la disciplina y el esfuerzo han sido claves en su proceso, y que un gran reto es la gestión de tiempos para continuar ensayando y participando como bailarina. Sus horarios son ajustados, pero dice que disfruta cada segundo gracias a las experiencias y aprendizajes que ha adquirido.
La bailarina desea seguir desarrollando su talento, inspirando a través de la danza aérea e impactando la vida de personas apasionadas como ella.
“Sigue y aprende de los obstáculos, por más difíciles que sean, no te des por vencido. Con esfuerzo y dedicación, todo es posible", son las palabras que Susana comparte sobre la mentalidad que la impulsa a seguir buscando alcanzar nuevas alturas.
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