Fue durante su tiempo como estudiante de preparatoria, al probar entre los distintos talleres, que Yadira descubrió el lugar a donde pertenecía: el teatro.
Lo que inició como una actividad más, se transformó en un refugio: un espacio donde descubrió la libertad de expresarse y de reconocerse en cada personaje.
Con cada ensayo y cada función, Yadira entendió que el teatro ya no solo era un pasatiempo, sino el camino que marcaría su vida.
Hoy, Yadira Pérez Esteban, actriz de teatro y cine, además de ser docente de PrepaTec en Ciudad de México, ha logrado obtener uno de los máximos reconocimientos del cine mexicano al ser ganadora del Ariel a Mejor Coactuación Femenina gracias a su papel dentro del filme Sujo.
El arte como un refugio
Aunque hoy se presenta frente auditorios y cámaras, Yadira recuerda ser una adolescente tímida. Su primer acercamiento al teatro se dio gracias a un taller extracurricular mientras cursaba la preparatoria.
Entre talleres de danza y cultura, Yadira encontró el teatro y pensó:
“Esto me gusta, me gusta como para mi vida. Me siento bien, plena, libre de decir cosas que afuera no, es un lugar seguro”.
“Yo amo el teatro y nadie me lo va a quitar”.
Al término de su preparatoria, Yadira ingresó a la Escuela Nacional de Arte Teatral, formándose así, profesionalmente como actriz.
La actriz menciona que debido a estereotipos y estándares dentro de la industria, a veces es complicado encontrar un camino, sin embargo, destaca que esos mismos obstáculos la han llevado a crear su propio arte.
“Yo amo el teatro y nadie me lo va a quitar. Creo que mi necesidad y ganas de decir ‘esto es mío’, me han llevado a crear mis propias obras y puestas en escena.
“He encontrado también gente que se ha vinculado conmigo, hemos hecho grupos donde vamos y hacemos lo que nosotros queremos decir”.

Formar estudiantes y formar comunidad a través del teatro
“Otra de las áreas que me ha brindado el teatro es dar clases”, destaca Yadira. Actualmente, forma parte de los docentes de PrepaTec Ciudad de México en el área de ‘Yo y el Tec’, lugar donde acompaña a jóvenes de primer ingreso a preparatoria a través del teatro.
Gracias a la docencia y el relacionarse principalmente con adolescentes, se ha permitido mirar desde la perspectiva de sus alumnos, sin juzgar y sensibilizarse.
“A veces miro que hay rebeldía, rebeldía sin causa, pero yo miro esa misma rebeldía en mí. Eso me ha marcado mucho como persona y como artista, me permite mirar desde otros lugares, perspectivas, porque si solo voy de frente, en la verticalidad, pierdo un montón de cosas”.
Yadira busca demostrar a sus estudiantes que dentro del teatro existe una colectividad “donde se abracen, se acompañen y no se dejen caer”.
Destaca que todo parte desde el reconocerse y del saber quién eres. Es importante dar un vistazo hacia adentro y conocerse plenamente para de ahí saber que se tiene para compartir y lograr una colectividad.
“No están solos, no vayan solos, siempre tu comunidad y tus grupos cercanos te van a ayudar hasta en los momentos más difíciles”.
“A veces miro que hay rebeldía, pero yo miro esa misma rebeldía en mí. Eso me permite mirar desde otros lugares y perspectivas”.
Del teatro al cine: el salto a la pantalla grande
Gracias a un casting abierto que hicieron sus compañeros de teatro, fue como llegó al papel de “Nemesia”, uno de los personajes en el filme Sujo dirigido por Astrid Rondero y Fernanda Valadez.
Para ella, el papel de “Nemesia” representa dar voz a las mujeres de su cotidiano, de contar nuevas historias y mirar otro tipo de personajes dentro del cine mexicano.
El cine para Yadira significa un espacio en el que todavía no nos reconocemos, en el que nos falta todavía trabajar, en el que debemos abrazarnos y decir: “esto somos, somos mexicanos, esto hacemos y está bien”.
Un Ariel con sabor a comunidad
Gracias a su interpretación como “Nemesia” dentro del filme, Yadira fue acreedora el pasado septiembre, al Ariel por Mejor Coactuación Femenina.
Este reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, más que algo individual, significa para Yadira un logro comunitario, un agradecimiento a las y los jóvenes que buscan hacer cine y que la han invitado a formar parte de sus proyectos.
“Esto es un gran apapacho a todo lo que he estado haciendo, es una fiesta”.
Ahora, después de este triunfo, la actriz busca seguir haciendo cine y teatro, un espacio donde pueda seguir contando historias.

Además, le gustaría poder incursionar en la escritura, para así poder abrir espacios donde se hable sobre mujeres.
“En la feminidad hay historias maravillosas. Creo que ahí hay que mirar, hay algo que hacer”, finaliza.
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